Es 1952 y Hellboy no ha salido demasiado de las dependencias de la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal. No en vano, aunque parezca un adulto, oficialmente no tiene mucho más que 17 años. Entre todo esto, llegan unos informe de un pueblo de Brasil donde están ocurriendo unas muertes algo extrañas. En vista de esto, el profesor Trevor Bruttenholm considera que es el momento perfecto de que rojo se empiece a curtir en el campo y le asigna un equipo con los mejores agentes de la AIDP. Obviamente nada será tan fácil como parece, y esto marcará el camino de Hellboy.
Aunque Mike Mignola nos narró, tanto antes como después de la publicación de este cómic, aventuras previas de Hellboy, esta supone la primera como agente por derecho propio de la AIDP. De ahí también el título de la cabecera en la que se encuentra. Cabe recalcar que, por mucho que puedan parecer unos orígenes del gigantón rojo, no lo son. Pues aunque la historia es bastante sencilla, está plagada de referencias a todas las obras anteriores del Universo Hellboy, y entenderlas es crucial para una lectura correcta.
La parte gráfica corre a cargo de Alex Maleev, quién ya habíamos podido ver en las páginas de Daredevil durante prácticamente toda la etapa de Bendis. Allí demostró un dominio de las sombras más intensas, por ello era un artista más que adecuado para un cómic como Hellboy. Y así lo muestra, e incluso diría que su arte es mejor que cuando estuvo en DD, pues ya no parece que use calcos de fotografías. Si tuviera que ponerle una pega, es que intenta emular demasiado a Mignola sobre todo en el diseño de rojo.
En definitiva, en Hellboy y la AIDP 1952 asistimos a la primera misión oficial del gigantón rojo de la AIDP. Una historia entretenida pero no demasiado reveladora para la trama principal de la colección, con lo cual casi lo consideraría un contenido extra para completistas.
Guion: 7
Dibujo: 7
Nota Cómics y Birras: 7
Discusión sobre esto post