El paso de La Liga de los Caballeros Extraordinarios a lo largo del tiempo es innegable. Pues se han encontrado de indicios de varias formaciones del equipo desde la antigua civilización de Ayesha hasta el convulso siglo XXX. Lamentablemente, ni esos precisos momentos de la historia están seguros de La Tempestad, un fenómeno que acabará arrasando toda la realidad tal y como creemos conocerla. Por ello, muchos de los integrantes de todas las Ligas se reunirán, de una manera u otra, para intentar parar la aparentemente inevitable conclusión de absolutamente todo.
La historia sobre los caballeros (y damas) extraordinarios llega a su fin tras 15 años de publicación. El volumen anterior ya enrevesó bastante la trama y en este no es que este la depure más. De hecho más bien al contrario, pues todo lo anterior acaba convergiendo aquí. Con un estilo de narrativa muy parecido al de Dossier Negro, Alan Moore añade pocas referencias literarias y fílmicas en La Tempestad pero si recoge la gran mayoría de las anteriores. Incluso algunas de ellas se muestran por primera vez de manera visual y no como relato extra. Al margen de esto, Moore también vuelca mucho de su visión sobre la industria del cómic, lo que fue y en lo que se ha convertido según su parecer.

Cómo no podía ser de otra forma en The League of Extraordinary Gentlemen, el dibujo de La Tempestad corre a cargo Kevin O’Neill. Me resulta agridulce contemplar su trabajo en estas páginas, pues aunque sigue fascinándome su don para plasmar todo esta amalgama de universo fue la ultima vez que O’Neill nos deleitó con su arte. El propio dibujante se despide al final, pues se retiraba de los cómics al igual que Alan Moore, aunque solo el primero moriría un tiempo después. Por ello, esas ultimas páginas tienen un significado aun más especial si cabe. Al menos en mi parecer.
Resumiendo, The League of Extraordinary Gentlemen: La Tempestad supone el final esta particular versión de supergrupo de personajes literarios con otra vuelta de tuerca más en la trama. Soy consciente de que es difícil entrar en el juego que nos proponen Alan Moore y Kevin O’Neill llegados a este punto, pero no he podido evitar emocionarme al final por todo el recorrido y lo que ha supuesto para mí.
Guion: 7
Dibujo: 9
Nota Cómics y Birras: 7
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