La vida de Peter Parker no atraviesa su mejor momento. Cuando todo le empezaba ir relativamente bien, la vida le dio un duro golpe y le arrebató a su esposa, Mary Jane. Pero Peter ha pasado antes por esto y sabe que hundirse no es una opción. Pues además, la ciudad de Nueva York cuenta con la ayuda de su amistoso vecino Spiderman para confrontar a todo tipo de maleantes, por muy pintorescos que lleguen a ser algunos. Esta es una historia del trepamuros pero sobre todo, de la persona que se encuentra bajo la máscara.
Para sacar del pozo en que se hallaba sumida la colección del lanzarredes durante la década de los 90, hizo falta la ayuda de una de sus colecciones secundarias y la buena mano de cierto guionista. Paul Jenkins sería dicho escritor, y nos traería de vuelta al Peter chistoso sin renunciar al depresivo.
Todo ello ayuda a humanizar aun más al personaje, pero no solo a Peter Parker, si no a todos sus secundarios. Aquí también entraría su galería de villanos, pues tanto los que tienen solera como algunos nuevos para la ocasión tienen puesto un foco mucho más intimo de lo que cabria esperar. Buen ejemplo es el de Fusión, un nuevo supervillano con un trasfondo fascinante y que llega a poner contra las cuerdas a Spiderman.
Algunos de los guiones también tiene bastante grado de crítica social, no en vano, Jenkins ya vertió mucho de ella en otros trabajos como en su etapa en Hellblazer. Aquí quizás sea más suave, pero siguen siendo temas realmente actuales como tecnologías que pueden resultar peligrosas en ciertas manos o los festivales de vacaciones de primavera que suceden en EEUU y no tienen mucho control por parte de la organización.
El dibujo en la mayoría de números corre a cargo de Mark Buckingham. Puede que este artista no fuera el que se esperara para una década tan marcada por la espectacularidad como la había sido la inmediata anterior a la que iniciaba, pero desde luego cumplía. También es verdad que Buckingham estaba más versado en mostrar cierta cotidianidad, algo que le acabó yendo como anillo al dedo a las historias que aquí se narraban, las de Peter Parker y su entorno.
También hay un buen puñado de números plasmados por otros artistas. Algunos de ellos son un Joe Bennet bastante distinto al que vemos en El inmortal Hulk; Charlie Adlard en la línea de Los Muertos Vivientes; Lee Weeks tan pletórico como ahora; Jim Mahfood con su estilo más bien caricaturesco; o Humberto Ramos con su emergente trazo amerimanga.
Recogiendo todo lo citado, considero que Peter Parker: Spiderman es una estupenda colección que empezó como complementaria a la principal (Amazing Spider-man) y acabó no solo arreglando muchos desaguisados arrastrados por casi una década, sino presentando historias memorables. De cara al final, tras la marcha de Paul Jenkins y sustitución de Zeb Wells, pierde un poco de calidad argumental. Pero aun así merecen la pena los 6 tomos que contienen la etapa y es un magnífico punto de partida para aventurarse con Spidey.
Guion: 8
Dibujo: 8
Nota Cómics y Birras: 8
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