El Trunks del futuro, a quien no veían desde los juegos de Cell, vuelve al presente para que Goku y Vegeta le ayuden a salvar su mundo. Éste ha sido prácticamente exterminado por un individuo exactamente igual que Son Goku pero con un poder descomunal. Los dos saiyans se aventuran hacia el futuro sin saber exactamente a qué se enfrentan. Y quizás la respuesta les pille totalmente por sorpresa.
Akira Toriyama rescata a uno de los personajes más carismáticos de Dragon Ball Z. Lamentablemente, aquel Trunks con el que alucinamos durante la saga de los Androides y Cell, así como algún especial televisivo y unas pocas películas, no parece ser el mismo. El mangaka se esmera en contarnos la personal saga de Bu vivida en este distópico futuro, pero no consigue estar al nivel de aquel guerrero Z.
Por no hablar del berenjenal espacio-temporal en el que se vuelve a adentrar Toriyama. Y es que Trunks no es el único elemento fuera de su tiempo que se maneja en este volumen, también entra en juego Goku Black. Para este villano, cuyo diseño vuelve a estar poco inspirado, ha decidido enrevesarlo de tal manera que llega incluso a hastiar.
Aun así hay alguna cosa salvable. Pues tanto Akira Toriyama al guion como Toyotarô al dibujo siguen devolviendo a Vegeta al puesto que de verdad se merece el personaje. Prueba de ello es esa transformación en Super Saiyan Dios. Esta es inédita en el anime, pero su aparición no deja de ser anecdótica. Y ya que hablamos de transformaciones, la del Super Saiyan Rose luce mejor en este manga.
Resumiendo, Dragon Ball Super 3 El plan Cero Humanos empieza una nueva saga menos atractiva de lo que parece y demasiado enrevesada para lo que es. Una pena, pues la vuelta de Future Trunks sonaba muy bien.
Guion: 4
Dibujo: 7
Nota Cómics y Birras: 5
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