Marcus López está empezando a adaptarse a su nueva vida tras haber sido un sintecho. Tiene amigos con los que comparte gustos musicales y debate sobre geopolítica, ha empezado a salir con una chica, tiene una habitación en la que quedarse…ah, y está aprendiendo el arte de matar. Por si quedara alguna duda, Kings Dominion es un lugar hostil para formarse. Y cuando el pasado está de vuelta no es mucho mejor, tanto el de Marcus como el de sus compañeros.
Continua la obra más rompedora de Rick Remender. En este segundo tomo se ahonda bastante en algunos de los personajes que nos presentó en el anterior volumen. Nos lo presenta en forma de desgarradores flashbacks, y Wes Craig no se deja ningún detalle por plasmar gráficamente. No es para menos, pues solo hace falta echarle un ojo a la parte de María Salazar para constatarlo.

Pero no es todo tan duro en este volumen aunque todo apunte en esa dirección. Pues continúan esas fantásticas referencias musicales en forma de discusión o directamente mención de algunos fragmentos de canciones. De hecho esta puede que sea la entrega que más presencia punk tenga de casi toda la colección. Y parece que Craig y Lee Loughridge se sienten tremendamente cómodos dibujando esto, pues nos regalan algunas páginas y portadas dignas de portada de disco.
Acaban de redondear el tomo esas magnificas escenas de acción, tan frenéticas y claras que a veces hasta me cuesta creerlo. Y por supuesto los cliffhangers, algo que es marca de la casa en Deadly Class y que podéis estar seguros que se superan en cada maldita entrega. No puedo más que seguir recomendando Clase Letal 2 Los niños del agujero negro tanto como lo hice con el primer volumen. Pues puede que sea el cómic actual que con más ansia devoro. Y esto solo hace que mejorar.
Guion: 8
Dibujo: 8
Nota Cómics y Birras: 8
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