En la galaxia todo el mundo ha oído hablar de los Jedi y, llegado cierto punto, de los Sith, sus contrapartidas oscuras. Sin embargo, aunque consta mucha historia escrita en muchísimas bibliotecas, hay otras leyendas que no son del dominio público. Uno de estos esquivos relatos es el origen de los Sith. Pero para ello nos tenemos que remontar 5000 años antes de la batalla de Yavin. Todo empezó, como en la mayoría de historias, con una guerra, una que lo cambiaria todo para siempre.
Tom Veitch y Kevin J. Anderson proponen una ambientación tan alejada de lo visto en las películas y series en el que parecen tener margen de maniobra de sobra. Aunque no es del todo así, pues parece poco aprovechado, su trama es bastante plomiza y sus personajes son poco interesantes. Lamento ser duro, pero ni siquiera los saltos de trama, donde se focalizan tanto los Jedi como los Sith, consiguen que muestre interés. Pues la gran mayoría de las veces estos se diluyen en un río de historias con demasiados focos de atención.
No en vano, esto solo pasa en los primeros arcos que serviría para sentar ciertas bases y su trama era algo atolondrada. Pues las historias pasado el ecuador de la colección son mucho más depuradas y absorbentes. Por no hablar de que todo lo mostrado, por pesado que fuera, empieza a confluir llegado ese punto. Bien es verdad que, más tarde, la trama finaliza algo atropellada, quizás por alargarla demasiado tiempo. En cualquier caso, es un final satisfactorio, pues cierra muy bien todos los arcos abiertos, que no son pocos.
He de reconocer que hay una historia que he disfrutado bastante más que el resto de Relatos Jedi, básicamente porque la narrativa es mejor y el arte también. Esta es Relatos Jedi: Redención, aunque entiendo que sin lo toda la base con la que nos bombardean Anderson y Veitch, no lo habría disfrutado de tal manera. Pero claro, quizás este trago no sea del gusto de todos.
En la parte gráfica se encuentran no pocos artistas. Entre ellos se encuentran Tony Akins, Darío Carrasco Jr., Christian Gossett, Janine Johnston, David Roach y Art Wetherell. Todos estos dibujantes tienen un estilo bastante similar, de hecho, uno imperante en aquella época: finales de los 80, principios de los 90. Esto no quita de la espectacularidad de muchas escenas de acción…cuando las hay claro. En cualquier caso también consiguen plasmar a la perfección las diversas razas que salen en Relatos Jedi. Aunque he de puntualizar que no son tantas como en otras colecciones, pero por una buena razón que se va atisbando en la propia trama.
Resumiendo, Star Wars: Relatos Jedi es una serie que empieza demasiado densa y con demasiados puntos de partida aunque que consigue encauzarse llegados a la mitad de la colección. Seguramente penséis que no merece del todo la pena ese sacrificio pero, si estáis interesados en saber del origen de los Sith, es casi una cita obligada. Pese a que ahora se considere Leyendas, todo hay que decirlo.
Guion: 7
Dibujo: 7
Nota Cómics y Birras: 7
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