Terra Amata ha sufrido sustanciales cambios. La Mazmorra, que otrora fuera regida por Jacinto De Cavallere, la dirige ahora con férrea mano un señor oscuro que también controla el resto de territorios adyacentes. Entre todo esto aparece un ser llamado El Rey Polvo que cree poder convencer al funesto dirigente del monumental bastión de que cese en su dominio asfixiante. Lamentablemente este anciano personaje poco se puede valer de sí mismo, por eso recurre a la inestimable ayuda de Marvin. Este conejo dice ser descendiente directo del mítico dragón que fue guerrero de La Mazmorra.
El tomo empieza con un salto temporal y cambio sustancial en el status quo en Tierra Amata. A lo largo de su páginas Joann Sfar y Lewis Trondheim nos muestran a viejos conocidos de la colección original (de La Mazmorra: Zenit, concretamente) y a nuevas caras para la ocasión (La Mazmorra: Crepúsculo). El ambiente se ha vuelto algo más oscuro para adaptarse a los tiempos que intentan plasmar, pero las dosis de humor siguen estando tan presente como en el primer número.
Al dibujo tenemos, una vez más, despliegue de artistas europeos historietistas. Los números de Crepúsculo son plasmados por el cocreador de La Mazmorra, Lewis Trondheim, con su habitual estilo caricaturesco. En Monstruos tenemos a Andreas y a Stephane Blanquet haciendo cada dibujante una historia con un estilo bastante distinto el uno del otro, pero aún así capturan la esencia de la serie a su manera.
Recogiendo todo lo citado, considero que con La Mazmorra. Integral 3 verdaderamente álgido en la colección. Por si el anterior no hubiera sido suficiente con el anterior volumen, también os digo. Pues aunque aquí haya giros de trama muy locos, los personajes siguen siendo entrañables, del primero al último. Personalmente, esta colección se trata de uno de mis lugares de confort en el cómic, y cada volumen me llena muchísimo.
Guion: 9
Dibujo: 6
Nota Cómics y Birras: 9
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