Es el segundo año de Hellboy como agente de pleno derecho en la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal. Su relevancia y fama ha ido calando en la gente a lo largo de todo el globo, y es algo que comprueba en alguna misión de las que aborda a partir de la primera tan agitada. Las que le depara el año 1953 no es que estén carentes de peligro y sorpresas…no todas ellas agradables. Pero rojo dispone de un gran equipo que le proporciona el soporte necesario por mucho que la situación se complique.
El volumen se compone de varias historias cortas, la mayoría escritas por Mike Mignola, en otras le ayuda Chris Roberson. Son cinco relatos las que componen el tomo y pasamos a dar unas pinceladas al respecto. La mano fantasma, Cabezapelada y el Sanguinario, El árbol de la bruja y Kelpie están dibujadas todas por Ben Stenbeck. Todas ellas tienen la peculiaridad de estar ambientadas en Inglaterra y que el equipo protagonista son Hellboy y Trevor Bruttemholm.
En Las almas errantes, con dibujo de Michael Walsh, tenemos de vuelta a Susan Xiang, quien ya acompañó a rojo en su primera misión para la AIDP. Y terminando con Más allá de las cercas, la historia más larga del tomo (dos números), cuyo mejor aliciente es el arte de Paolo Rivera. De hecho, el dibujante estadounidense se marca algunas portadas de Hellboy que suponen una pequeña obra de arte.
En resumidas cuentas, en Hellboy y la AIDP 1953 se continua esa premisa de cubrir los primeros años del gigantón rojo de la mano de piedra en la agencia. Si bien las historias no aportan demasiado a la trama principal, siempre son entretenidas y con un nivel de calidad gramática y artística bastante más que decente. Vamos, que sirve para picotear entre que sale un tomo más relevantes del Universo de Hellboy.
Guion: 7
Dibujo: 8
Nota Cómics y Birras: 7
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