Teeg Lawless y su hijo, Ricky, van a pasar el verano más terrible de la vida de ambos. Es 1988 y Teeg tiene puestas las miras en algo que piensa le sacará del pozo de miseria en el que vive (que por otra parte ha provocado él mismo): el golpe más ambicioso de su carrera. Por su parte está Ricky, el cual ya es un adolescente y está empezando a delinquir con sus amigos, quienes no tienen intención de parar. Pero habrá una persona que conseguirá unir el camino de padre e hijo Lawless, aunque no sea para bien concretamente.
Aunque el título es uno totalmente distinto, esta es una historia perteneciente al volumen 3 de Criminal. El cambio de nombre no es para nada arbitrario, pues Ed Brubaker ha construido una trama que se puede disfrutar sin haber leído antes su serie de ficción criminal. Algo que es de agradecer, pues este cómic debería disfrutarlo todo el mundo de lo sumamente absorbente que es. Cada número es glorioso gracias a un desarrollo de personajes más soberbio aun del que nos tiene acostumbrados Brubaker, y eso que es siempre su punto fuerte.

Al dibujo se encuentra su eterna comparsa, Sean Phillips, en uno de los trabajos con más fuerza de los que nos ha mostrado. Es verdad que viniendo de obras como Pulp, Reckless o Bad Weekend no se nota mucho el cambio, pero desde Criminal a aquí hay una distancia abismal a nivel gráfico. Todo ello se aprecia fácilmente viendo como el modelo de personajes está tan marcado de unos a otros, los escenarios y el uso de la luz. Por no mencionar las portadas y la multitud de pin-ups que engrosan la jugosa sección de extras del tomo.
En definitiva, Cruel summer es con bastante seguridad una de las mejores historias de ficción criminal que ha escrito el tándem Brubaker/Philips. De hecho, me atrevería a decir que es uno de los mejores cómics de género negro que existen. Si con esta osadía no os despierta un mínimo de curiosidad, no sé qué más os puedo decir.
Guion: 9
Dibujo: 9
Nota Cómics y Birras: 10
Discusión sobre esto post