Tras la victoria de los rebeldes sobre los imperiales en el espacio de Yavin donde los primeros destruyeron la Estrella de la Muerte de los segundos, Chewbacca ha varado su nave espacial en un planeta controlado por el Imperio. El guerrero wookie no quiere perder el tiempo para regresar con las filas de la Rebelión, pero parece que no será tan rápido como piensa. Esto se debe a una pequeña que Chewie se encuentra y no puede hacer otra cosa que ayudarla. Es lo que haría un honroso guerrero de su especie.
Cualquiera podría decir que lanzarse a realizar una obra centrada en el wookie más famoso de Star Wars es como poco arriesgado. Básicamente porque es un personaje que se comunica por alaridos que ni siquiera son traducidos a un idioma entendible si no es por otro interlocutor. Pues esto no fue un impedimento para Gerry Duggan, quién guioniza la miniserie Chewbacca dejando al peludo como secundario pero haciéndolo funcionar a la perfección a la vez que buceamos en su pasado.

El arte corre a cargo de Phil Noto, un dibujante conocido en el cómic por sus magníficas portadas y fuera de el por sus sublimes homenajes a cualquier producción de la cultura pop. Noto, a quien ya habíamos visto hace mucho tiempo en una mini de Viuda Negra, se vuelve a centrar en los interiores del tebeo y hace un trabajo espectacular. Y es que, aunque no lo parezca, plasmar a un wookie y que quede verosímil no es tarea sencilla. Por si fuera poco, capta toda la ambientación del periodo oscuro en el que se enmarca, incluyendo así mucho imperial en sus viñetas.
En definitiva, Star Wars: Chewbacca es una pequeña pero atrevida historia de este universo sideral que nos recuerda porqué el wookie es tan importante en esta franquicia. Además, con el apartado artístico del que goza es imposible no acercarse a ella.
Guion: 7
Dibujo: 9
Nota Cómics y Birras: 8
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