Los prófugos de la cárcel intergaláctica que se unieron a las filas de Moro, han llegado a la Tierra. Lo único que les separa de la masacre total antes de que el villano absorba la energia vital del planeta son los guerreros aliados de Son Goku y Vegeta, pues ambos saiyans se encuentran volviendo de su entrenamiento. La mayoría de defensores terráqueos consiguen despachar a algunos secuaces de Moro, pero Son Gohan y Piccolo no lo tienen tan sencillo contra Seventhree, pues este enemigo guarda varios ases en la manga.
Un tomo que hace verdadero honor a su nombre, pues es una pelea tras otra. Pero en honor a la verdad siento algo de decepción en este volumen respecto al anterior. Pues en aquel se había mostrado la vuelta a primera línea de algunos personajes, como es el caso de Gohan y Piccolo. En cambio en éste Goku tarda poco en ser el que acapara toda la atención. El que escribe estas líneas se sentía muy ilusionado de la vuelta de este fantástico dúo que hacen mentor y alumno, pues son dos de mis personajes favoritos de todo Dragon Ball.

El dibujo de Toyotarô está más que a la altura. Pues hay que reconocer que este discípulo de Akira Toriyama sabe cómo plasmar las escenas de acción, y en estas historias no le falta ocasión. Es lo que conlleva que el estado de presagio del Ultrainstinto tome casi total presencia en el tomo. No es esta pseudo-transformación lo único que vemos en el volumen, pues Moro también tiene una galería de estados alterados, aunque casi es mejor que lo acabéis viendo vosotros mismos.
Resumiendo, en Dragon Ball Super 13 Batallas por doquier se retoma el foco en muchos personajes que ya parecían haberse olvidado en la colección, pero tristemente dura menos de lo que me hubiera gustado. No en vano, es un tomo de lo más vertiginoso en cuanto a ritmo se refiere.
Guion: 7
Dibujo: 7
Nota Cómics y Birras: 7
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