Los estudiantes del primer curso de Kings Dominion deciden quien de ellos es el traidor que trabaja en secreto para Shabnam, el odioso empollón que ha tomado el mando de los pasillos de la escuela. Por su parte, Saya Kuroki está a punto de descubrir que su familia puede ser peor de lo que ya era, pero puede que tenga una drástica solución a todos los quebraderos de cabeza que le ha dado todos estos años. Entre tanto, María Salazar y Marcus López deciden que es el momento de volver a la realidad y dejar de lado ese retiro en el que pensaban que estarían a perpetuidad. No en vano, el destino siempre acaba alcanzando a uno, por muy jodido que este sea.
Tras sentar durante los dos anteriores volúmenes la nueva situación tanto en la Escuela de Artes Letales como sus alrededores y también muy muy lejos de allí, ha llegado el momento en que Rick Remender nos muestre un poco más de acción. Y podéis estar seguros que no se ha andado con ningún rodeo. De hecho, entre tanta vorágine se permite algún que otro guiño, como aquel tan maravilloso a Sin City de Frank Miller.
Bien es verdad que el honor de la ultima referencia mencionada pertenece en su mayor parte a Wes Craig, el cual lleva al siguiente nivel la acción en la colección. Sí, una vez más. Pues Craig llega hasta regalarnos una de las más grandes y elaboradas splash pages que le he visto realizar jamás. Ahora bien, no es lo brutalidad lo único que prima en su trazo en Amor como sangre. Pues como el subtitulo indica, hay algún momento más romántico que este artista plasma a la perfección. También es casualidad que sus mejores viñetas suelan ser siempre las de Saya y María.
Aun con todo, tengo la sensación de que en Clase Letal 7 Amor como sangre no se me ha contado demasiada historia más allá de algunas escenas vertiginosas excelentemente llevadas, eso sí. Se ha avanzado en la trama más bien poco a otros volúmenes, por ello creo que podría haberse equilibrado más, como al principio de la colección.
Guion: 7
Dibujo: 8
Nota Cómics y Birras: 7
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