Desde una base orbital de Weyland-Yutani se ha interceptado una nave que flotaba prácticamente destrozada a la deriva. La tripulación de esta parece seguir sumida en el sueño criogénico para largas travesías espaciales. Aunque según el alegato que los tripulantes le dan los empleados de WY, no están solos en esa nave. Y este alien que ha conseguido colarse en la embarcación espacial no es para nada amigable y no pretende dejar a nadie con vida.
James Stokoe es quien se encarga tanto del guion, como del dibujo, así como también del entintado y el color de este Aliens: Órbita muerta. Y desde luego nada de toda esa faena le viene grande a este artista de cómic canadiense, pues consigue insuflar esa atmosfera asfixiante que tenía sin ir más lejos la película de Alien: el octavo pasajero.
Todo esto se debe sobre todo a ese trazo tan sumamente elaborado que tiene Stokoe, que en alguna ocasión recuerda a Geof Darrow por lo enfermizo del detalle. Y es que sus lápices funcionan con los escenarios, primeros planos, claroscuros…sin olvidar lo explícito que se muestra cuando la ocasión lo requiere, y creedme que hay más de una. No me olvido del color, que también le va a la zaga y muestra tantos matices que a veces me resulta hasta abrumador.
Norma Editorial, que actualmente está haciendo una excelente labor editando la mayoría de material de Alien, contiene toda esta miniserie en un único volumen el cual se puede disfrutar sin haber leído nada previamente. Y es que ahí también reside el encanto de este relato del xenomorfo, que gustará a propios y ajenos de la saga. Así que no puedo más que recomendároslo, y más si queréis pasarlo tan mal como se pasaba en aquel mítico film de 1979.
Guion: 8
Dibujo: 8
Nota Cómics y Birras: 8
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