En 1988 el mundo estaba al borde de la absoluta destrucción. La tecnología, destinada a ayudarnos, fue la que desencadenó la guerra nuclear y una explosión de proporciones titánicas arrasó la ciudad de Tokyo. 30 años después la ciudad ha sido reconstruida sobre sus cenizas. La megalópolis resultante se llama Neo-Tokyo, una ciudad en la que puebla la violencia y la droga. En medio de todo esto se ha hecho crecer la leyenda de Akira, un niño que alberga la energía absoluta y cuya vuelta a nuestro mundo supondría una nueva esperanza para Japón. ¿Pero, qué significará esto para los ciudadanos que no lo conciben?
Ésta era la aparentemente sencilla propuesta que nos traía Katsuhiro Ōtomo, pero nada más lejos de la realidad, pues el manga alberga una complejidad y seriedad como pocos se han visto en este medio. Y es que Ōtomo enmarcó su narración en un escenario postapocalíptico creado a la perfección donde la evolución de los personajes es la clave de la obra.
El dibujo también corre a cargo del propio Katsuhiro Ōtomo, y sus detalles son de un nivel enfermizo. Esto se puede apreciar con un rápido vistazo la arquitectura de los edificios, el diseño de los vehículos, la ropa de los personajes. Pero ese no es el verdadero don de Ōtomo, pues este reside en la destrucción de todo lo anterior. La fuerza que este aporta es tal que parece salirse de las propias viñetas.
Esto es último es importante. Pues leyendo el manga pensé «¿para qué hicieron la película, si ya la tenían impresa?». Creo que, como yo, muchos acudieron a esta obra tras alucinar con el film, máxime si son españoles, pues durante muchos años el manga estuvo inédito en nuestra tierra. El caso es que es lejos de ser una mala maniobra la veo casi necesaria. Y es que en el largometraje anime está todo muy concentrado, y en el presente manga se toma su tiempo para contar una extensa y absorbente historia.
Aunque las imágenes que acompañan esta reseña son en el blanco y negro, la edición que poseo es la recoloreada de Norma Editorial. Ahora mismo no sé la disponibilidad de ésta, pero diría que es difícil de encontrar. Afortunadamente este ultimo año la propia Norma ha recopilado de nuevo la obra en blanco y negro y con el sentido de lectura japonés. Es decir, tal y como se concibió la obra original. Desde luego es una oportunidad que no dejaría escapar, pues la edición está sumamente cuidada.
En definitiva, Akira es una obra perfecta, tanto en narración escrita como visual. Lectura prácticamente obligatoria si te gusta el manga en general. No es para menos, pues despertó el interés de varias generaciones por ello.
Guion: 10
Dibujo: 10
Nota Cómics y Birras: 10
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